Jaeger-LeCoultre fue fundada originalmente en 1833 por Antoine Le Coultre. La compañía fue pionera en reunir todas las competencias necesarias para fabricar un movimiento de reloj en una operación unificada.

En 1903, se fusionó con el fabricante de relojes con sede en París Edmond Jaeger, tras lo cual se formó Jaeger-LeCoultre. Con más de 430 patentes y 1300 diferentes movimientos/calibres, Jaeger-LeCoultre es uno de los fabricantes de relojes más respetados en el mundo de la relojería.